12 junio 2006

Alemania, Argentina y las apuestas de la Copa Mundial


¡Gol! Alemania gana su primer partido en casa con una goleada de 4 a 2. Por su parte, yo gano la apuesta que había hecho en el entretiempo del partido.

La Copa Mundial de Fútbol es parte de uno de los grandes paradigmas que aprendí en casa. El fúbtol no es sólo un deporte. Es además un pretexto para sentir, pensar y vivir.

El primer mundial del que tengo real memoria es México 86. Maradona. Argentina. El estadio Azteca. La final contra Alemania. El gol de Brown. El gol de Burruchaga. Maradona alzando la copa. Toda mi familia viendo la televisión, gritando, alentando a Argentina y celebrando el campeonato como si fuera nuestro. ¡Argentina! ¡Argentina! ¡Argentina! Allí me di cuenta de algo. Aprendí a querer a Argentina por su fútbol. En ese mundial, nosotros, los sudamericanos, le tapamos la boca a los británicos (¡Las Malvinas son Argentinas!) y le demostramos al planeta tierra que la MAGIA es y seguirá siendo latinoamericana, sin importar todo el esfuerzo que el primer mundo haga por reproducirla o imitarla.

Cuatro año después, Alemania se cobra la revancha contra Argentina y se corona campeón de Italia 90. ¡Cómo dolió! El consuelo: aquel fue el mundial más frío y aburrido. Luego campenaron Brasil (en EEUU 94), Francia (en Francia 98) y nuevamente Brasil (en Japón Korea 2002). Todos ellos muy merecedores de sus hazañas y todo eso que se dice. Sin embargo, mi ilusión es volver a ver una final Alemania VS. Argentina. Ya que va a ser allá, en Alemania, no espero sino otra cosa que ver a Alemania ganar la copa. Pero de todas maneras debe estar allí Argentina. Aunque sea para hacerla difícil y dramática.

Al igual que en otras ocasiones, cada vez que el mundial se juega fuera de América tenemos problemas con los tiempos. Esta vez todos los partidos se juegan en horario de oficina. Igual me las ingenio para enterarme de los resultados por Internet, pero no es lo mismo. El primer fin de semana del mundial pasó y en Cajamarca se cortó el servicio de televisión por cable. ¡Qué cagada! No pude ver el debut de Argentina, ni el de México, ni el de Holanda. Hoy pude ver algo del partido Australia VS. Japón. Unos cojudos los japoneses, sobre todo el entrenador. Y luego he podido seguir vía Internet la goleada que le metió la República Checa a EEUU. ¡Qué buena! No me gusta la idea de ver a EEUU en un mundial. Creo que Perú, sin tener gran fútbol, es más que el equipo de los gringos. Debe haber una sola eliminatoria en toda América, para así obtener a los 7 mejores. Eso de separar a Sudamérica es una cojudez conveniente para México y sobre todo para los gringos pendejos. ¡Pasu! Se me salió la bilis contra EEUU (y eso que trabajo para una transnacional estadounidense). Mejor le paro...

El campeonato mundial de fútbol copa recién ha comenzado. Ojalá la final sea Alemania VS. Argentina. Y que gane mi apuesta (Alemania campeón).

05 junio 2006

Bactrim, Buscapina y Electroral

Esta será una nota cortita: desde el viernes 2 de junio vengo padeciendo de una especie de infección intestinal (o estomacal, o digestiva, o incluso emotiva). La noche anterior al viernes, hubo una cena de trabajo. Buffet. Langostinos, roast beef, pollo a la no se qué, ensalada, pisco sour y arroz con leche (de postre). Me lo como todo, pensé. A pesar de que se trataba del mejor restaurante de Cajamarca, "La Paskana", mi imprudencia fue determinante. Lo comí todo. Y no olvidemos que semejante mescolanza se sumó al estrés post-operación (de mi madre). O sea, qué feo es enfermarse de la panza, imbécil. Fiebre, escalofríos, dolor de cuerpo, dolor de barriga, imposibilidad de comer casi cualquier cosa y, sobre todo, tener que llenarse de pastillas, cápsulas, píldoras y sueros pordoquier. Esta vez me tocó: Bactrim, Buscapina, Electroral y Aero-OM.

Mi panza no es ajena a las infecciones. A comienzos del 2005 me tocó la gastritis emotiva. A finales del 2004, otra infección intestinal. Tengo un serio problema de alimentación. Siempre digo "ahora cambiaré" pero nunca lo hago. ¿Qué tendrá que pasarme? Por lo pronto ya voy 72 horas a punta de dietas de pollo, tostadas, té, agua y suero. He bajado por lo menos un par de kilos y mi panza (que está descomunal) ahora luce menos imponente. Al menos bajé de peso.

¡Ni bien esté curado continuaré escribiendo más historias!